Argenzuela, sigue sorprendiendo turistas

Argenzuela con ojos de turista: Un país donde sus gobernantes son un matrimonio, llegados de un feudo provincial donde no han devuelto dineros públicos sacados sin rendir al país, comprado a precio vil tierras fiscales para beneficio propio y otras linduras. (¿Castigo? ¡Diputado de la Nación!) Las calles todos los días las ocupan bandas armadas de palos y piedras para tomarlas a la fuerza –incluso hasta “estudiantes” universitarios- , donde el delito no tiene limites: muertes inútiles, torturas, amputaciones de miembros, violaciones, etc. sin que la policía ni la justicia actúe. Un ministro de Seguridad, denuncia a la policia a su cargo, que actua en su contra. Otro ministro, esta vez de Educacion, es repudiado por ser intelectual y hacer uso de su cerebro. Impunidad y caos cubren todos los estamentos e instituciones, excediendo todo lo conocido como anomia. Falta tanto las garantías de un plan guía a desarrollar como la seguridad jurídica que allane cualquier emprendimiento. Se vive el momento sin certezas futuras. Todo puede pasar, todo suele pasar y no hay visos de cambio. Porque lo más llamativo es la incapacidad de reacción general, la aceptación de una situación digna de Orwell. ¿Estará hervida ya la rana? ¿O tendrá un mínimo de conciencia aun que le permita saltar del caldero, iniciando su recuperación? EL HUARPE