martes, 2 de marzo de 2010

Camino de extincion...

Argenzuela, el paso previo a la desaparición de Argentina. Como profundo agujero negro enclavado en el extremo del continente americano, este país recorrió un largo camino de desgajamiento. Primero del Monopolio español, que ataba a Buenos Aires a la burocracia imperial, dejando afuera al Libre Comercio no hispánico y aumentaba el poder de La Pandilla del Barranco. Así conocidos, los contrabandistas, fueron las primeras Pymes que enriquecieron a sus integrantes, futuros dueños del comercio y la política. Luego del grito porteño de “libertad” y asociados a un proceso importador liquidaron las industrias locales de las provincias. Poco importo la perdida de extensos territorios en el norte si la Aduana aspiraba toda ganancia posible: “el mal argentino era su extensión” Casi perdemos la Patagonia en manos chilenas, revalorizándose la pampa cuando hubo que extender los campos ganaderos. Descansaron un tiempo las fronteras pero filtraron toda cultura extraña carcomiendo la nacionalidad desde adentro. Modernidad, Integración mundial, Necesidad de Financiamiento, Globalización fueron los términos de moda para nombrar el apoderamiento post moderno. Llegamos a llamar Capitalización de la Deuda, a la expropiación de los bienes nacionales, de todo tipo. Perdida de las Malvinas, de los derechos sobre el Continente Antártico, despacho al exterior, a universidades o empresas, de nuestros científicos y técnicos, mano de obra calificada, emprendedores a los que se le brindan oportunidades que le niegan aquí. La Educación pergeñada por Belgrano y ejecutada por Sarmiento cedió a una banda de sindicatos su dirección y liquidación final, produciendo toneladas de analfabetos funcionales, atrasados y sin rumbo ni esperanzas. El ensañamiento del Partido Militar, cipayo y brutal, termino con la poca valiente luz intelectual que quedaba. Los intermediarios del poder económico, lucraban sin desperdicio, llegando a cooptar las expresiones políticas más relevantes y mayoritarias del país. Hoy asistimos al escurrimiento nacional, entre delictuales manos manchadas de un matrimonio que pareciera trabajar para un oscuro enemigo disolvente. Brasil, Uruguay, Chile y hasta Paraguay y Bolivia se harán cargo del muerto… Y hasta algún habitante del Calvario, suspirara aliviado: habrá Futuro para sus hijos. EL HUARPE

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