El Crisol de Razas o la Gran Villa
Argenzuela. A diferencia de otros países
donde se descartan a los que vienen a delinquir o medrar sin trabajar, nuestras
fronteras están abiertas –o directamente no existen- para cualquier persona que
desee o necesite entrar. Con el mismo criterio de ocupación de predios ajenos,
de asentamientos a la fuerza, o de villas donde conviven laburantes con narco
asesinos, vemos día a día un desfile de personajes nefastos deambulando por
nuestra realidad. Motochorros, violadores, narcotraficantes, sicarios,
boqueteros, patotas barra bravas, asesinos de abuelos, ladrones con y sin paco,
violentos descolgados, arrebatadores brutales, carneadores de niños, se pasean
con total impunidad entre supuestos policías, gendarmes en retroceso y abogados
mafiosos. Los KK han convertido una orgullosa nación que ofrecía trabajo y
progreso, en un villorrio infernal llamado Argenzuela. EL HUARPE
Si permitimos que nuestros invitados
cambien nuestra naturaleza, desmejorándola,
viniendo a delinquir en vez de trabajar, estamos perdidos. No hay país organizado democráticamente, que
no vele por la salud de sus hijos. Si aquí
ya los sicarios, los narcotraficantes, los corruptos enquistados en los
gobiernos, facilitan, permiten o con sus propias manos condenan a la juventud a
la ignorancia, a la desnutrición, a la desesperanza arrojándola a las garras
del vicio y la vagancia mientras les dicen un Relato estupidizante y engañoso,
es nuestra obligación reaccionar. En defensa
de nuestra descendencia, en honor a nuestros padres, en unción a nuestros
abuelos, en amorosa defensa de nuestra pareja, en el reingreso a nuestra
historia, la real. Recuperando nuestro destino imaginado por nuestros Padres de
la Patria, si no queremos desaparecer. La opción es Patria Eterna o hundirnos
en la mediocridad y la vergüenza. ARGENTINA RESISTE. EL HUARPE
No hay comentarios:
Publicar un comentario