jueves, 8 de enero de 2015

DESATEMOS AMARRAS... HACIA UN MAR DE REALIZACIONES


TERMINANDO 2014. ¿Cómo definirlo, como llamarlo? Prefiero denominarlo EL AÑO DE LA COBARDIA Y LA VERGUENZA. Nunca vivimos tanta pasividad ante la delincuencia, de arriba y de abajo. Hagan lo que hagan, solo se usan las redes para denunciar robos, muertes, estafas, atropellos, prepotencia, enriquecimientos... SIN RESISTENCIA DE LA POBLACION. Tal vez hemos olvidado los Derechos y Obligaciones de todo CIUDADANO. Tal vez, la inoperancia sospechosa de los opositores, el desarme de los partidos políticos, el narcotráfico y su propaganda, haya atontado a aquel argentino que supo defender con uñas y dientes sus valores, aun contra dictaduras e invasiones. Hemos sufrido guerras externas, guerras internas pero como espectadores privilegiados, no comprometidos como participes. Seguramente nos falte ese lamentable paso que es la lucha de todos, que madura a golpes sociedades que hoy son mucho mejores que la nuestra. Pueblos que saben qué hacer CON SENTIDO COMUN ante las contingencias propias de la época. Que marcan lo bueno y separan lo malo. Que premian y también castigan. Que tropiezan pero aprenden. Que no son un corcho flotando a la deriva, en un mar de tormentas, sino un barco con destino irrenunciable. Desatemos amarras, que el puerto no es lugar para las naves, sino el mar abierto. Ojala que el año próximo pueda decir que 2015 fue EL AÑO DE LA DIGNIDAD RECUPERADA. Salud.
EL HUARPE NO SE RINDE.

 

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