martes, 27 de octubre de 2009

Como ser peronista, hoy

Quisiera responder a ciertas preguntas que me hicieron. Cómo soy peronista, ya que ni Menem, ni Duhalde, ni los KK están entre mis preferencias. Sin embargo ese seria el orden que aplicaría al porcentaje de adhesión, de mayor a menor. De Perón tomo a su favor, su obra social con Eva, la inserción social del trabajador, el intento de tercera posición y del mercado ABC (Argentina mas Brasil mas Chile), la educación –aunque plagada de propaganda- que llevo a contar con una población alfabeta, con acceso al terciario. Infraestructura en comunicaciones, salud, educación, tecnología con un sello Nacional expresado en la Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social de las 20 Verdades. Las rispideces primigenias fueron corregidas por el último Perón y su intento de plasmar su Comunidad Organizada para el 2000. De Menem rescato el aggiornamento del ideario justicialista, terminando con los quistes de los 50 fuera de lugar y época. La corrupción termino frenando un intento que por falta de dinámica interna superadora concluyó como Alfonsín, no pudiendo para, no sabiendo cómo ni queriendo qué. Internándonos en la época negra, un Duhalde mezquino elimina a Menem y comienza un proceso de degradación de todas las instituciones gravísimo, que concluye en los KK, de lo peor de la política no solo peronista sino argentina. La estafa y la defraudación son imperdonables en un gobernante. Excusados en un caprichoso “evitismo” limitado por la farsa, roban a quienes dicen proteger y comercian con la sangre derramada por guerrilleros, militares y civiles llenando sus alforjas de huir, sin darse cuenta que su tiempo pasó. ¿Identificarme con quien? Bien dijo Perón que su único heredero era el pueblo y como el agua busca el lugar por donde abrirse paso aunque los tiempos no coincidan con nuestra cronología. Necesariamente deberemos concluir en la Institucionalización del Movimiento, fallecido el fundador. Los tiempos en expresiones tan multitudinarias como el PJ son lentos, como un barco virando, pero esta escrito que es la etapa ineludible. Hoy se reconoce que los caudillismos mesiánicos no son soportados. La gente mira tanto a un empresario, un político rural, o un vicepresidente con algo de sentido común, buscando una identificación más que el líder carismático a quien atarse de pies y manos. Si esto fuera así, estamos muy cerca de progresar que de regresar. Hay en el Senado y en las provincias, mentes lucidas –como el salteño Romero o el misionero Puerta, solo como ejemplo- con quienes contar al respecto. ARGENTINA RESISTE

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