Argenzuela, el país de Nunca Jamás… El país de los niños y padres eternos. Los niños felices por siempre, trabajan, producen riqueza y la llevan al Kaja del Tesoro sin fondo del Gran Papá. Este da órdenes castrenses, recita la Constitución, como pizza con champán, hace como que sabe o recuerda los DDHH tardíamente, pero siempre rodeado de los niños argenzuelos. Ellos creen, se ilusionan e idealizan cada paso de su papa de turno, porque piensan que son para mejorar la vida infantil. Así pueden estar mimosamente con quien ayer temían y decían rechazar. San Lorenzo, River, Boca, Racing o Independiente, todas son camisetas que se sacan y ponen con igual candor. “Es la del Gran Papá” dicen “que nos quiere, nos protege, nos da todo y no nos quita nada” En Argenzuela también hay rincones y allí van a plantarse los niños díscolos, unos pesados que dan berrinches, protestando contra… ¡el Gran Papá!
Tontamente no disfrutan las mieles sino que las niegan, dicen que no existen y tal vez por eso, están creciendo un poquito. ¡Pobres, dejaran de ser niños! Si hasta les pedirán que sean Responsables, ¿se imaginan? También hay un Capitán Garfio –cambio el galeón por un Scania- que hace de las suyas y se la pasa peleando contra la llorosa Campanita, la Gran Amiga de los niños.
No lo piense más, venga al país donde nadie crece, todo sigue igual, no hay penas ni castigos y goce del Arenero Nacional. (Si puede traiga una vianda, parece que la merienda no alcanza y ahora se comen la torta de arena…) EL HUARPE
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