viernes, 13 de mayo de 2011

La democracia que se fagocita a si misma

“Es lo que hay”. Nueva expresión que identifica y da cuerpo a esta era. Lanzada desde la bruta resignación o desde la cínica aceptación parece que a casi todos alcanza. Fatalismo o manipulación, siempre conveniente al status quo y a los que llevan la sartén por el mango. Directores que no dirigen, políticos abocados a enriquecerse, sindicalistas matones y mafiosos, dirigentes incapaces y sin formación, periodistas apenas sostenedores de micrófonos, empresarios prebendarios con vocación usurera, alumnos o pinches que creen que deben conducir escuelas o empresas. El mundo del revés aceptado, donde quien intenta hablar de correcciones recuperatorias de la normalidad de antaño, es visto como bicho raro, desubicado, anacrónico, gaga. Así soportamos a los KK, cumbre nefasta de corrupción, ya que blandiendo argumentos progresistas “nacionales y populares” avanzan en la apropiación ajena como algo natural. A diferencia del cuatrero o narcotraficante declarado, van cumpliendo sus objetivos con la vaselina en la mano. Nos daremos cuenta, recien cuando querramos sentarnos.
¡¡QUE PAIS DE VAGOS!! Ahora los “combatientes” truchos QUE NO COMBATIERON piden guita… Recuerdo cuando se institucionalizo la vagancia. En un país de “ñoquis”, de “diputruchos”, de banelcos, donde reina la coima, el acomodo y la corrupción viene a poner la frutilla don Duhalde: no se le ocurre nada mejor que llamar “nuevos empleos” –para decir que bajo la desocupación- a miles y miles de planes. Subsidios indiscriminados que sin control, sin contraprestación, sin limites en el tiempo, sin devolución posterior y con muchas “mordidas” FOMENTO la idea de vivir sin trabajar. Claro, había que oponerse a “ramal que para, ramal que cierra” en el otro extremo. Todos los que lo siguieron AUMENTARON Y CONSOLIDARON el concepto. Hoy la sociedad esta subvertida –sin temor a la palabra, por favor-, patas para arriba, desvirtuadas las cadenas de responsabilidades y conducción, en nombre de la “inclusión” y la “democracia”.
Es sabido por todos que la Democracia ha caído en deformaciones tramposas. Un sistema donde los políticos manejan a placer Constituciones, Leyes y Normas en beneficio propio. Donde expulsan a los que pretenden cambiar esa situación. Donde se hace trampa hasta en el recuento de votos –manual o electrónico, ver casos últimos años en Argenzuela o en EEUU, es lo mismo-, las monarquías familiares, el cesarismo, los grupos económicos, cambian figuritas sin que podamos controlar que sucede realmente. Tal estado de cosas lleva a dudar hasta del sol… ¿Habrá muerto fulano? ¿Murió o lo mataron? ¿Desapareció con lo robado? De Bin Laden a Kirchner, pasando por Graiver o Yabran, estamos llenos de incógnitas impunes de explicación. Los Clinton, los Bush, los Menem, los Rodríguez Saa, los Alfonsín, los Castro, reinos de reyes infectos que asemejan a las cofradías militares que nos gobernaron impúdicamente. Los chicos más que lo que leen, asumen lo que ven en casa o su círculo… EL HUARPE

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