lunes, 13 de mayo de 2013

MARCHAR NO ES SINONIMO DE AVANZAR


Quienes recomendamos la lectura de las conferencias de Alan Watts, donde se desnudan muchos de grupos mafiosos que gobiernan al mundo, creo que debemos tomar algunas decisiones con el sistema de vida actual. Si aceptamos como valido que las formas de la manipulación de la población, incluye gestos del Gran Hermano de 1984, lavados de cerebros estalinistas o maoístas, fantasías incomprobables del Vaticano, las guerras silenciosas del Pentágono, y una tremenda desinformación gracias a los medios de comunicación, entre otras. La pérdida de tiempo en cosas no importantes y hasta no urgentes ocupan nuestra actividad, en un marco de “estar informado” absolutamente falso. Analicemos cualquiera de nuestros días, cuanto tiempo estamos dialogando con nuestros seres queridos, cuanto le dedicamos  a pensar y evaluar los pasos más convenientes, cuando nos quita el viaje al trabajo y la tarea diaria para obtener ingresos, y cuanto tiempo nos lleva estar frente a las pantallas ya sea del celular  y sus SMS, de la TV y las ahora accesibles PC y NB. Algunos gobiernos hasta regalan las NB a poblaciones que carecen de recursos genuinos para comprarlas, debido a la explotación laboral indigna o a vivir de subsidios menesterosos. Llegan así con su propaganda, no con información veraz y útil para su progreso. Los mensajes deben ser cortos, cada vez más cortos como el twitt, fraccionados e incompletos, de allí su futilidad. Nuestra presidente fomenta el uso del twitt como muestra de lo que digo, pero se niega a efectuar una conferencia de prensa y mucho menos a aceptar preguntas. Observemos también que la población sale a las calles en días determinados pero sin lograr efecto alguno ya que se los obvia. Es que la comunicación por internet no tiene la contundencia de una reunión en un partido, en una UB, un Comité, etc. donde la discusión cara a cara, logra efectos concretos e inmediatos de acción. Por eso hoy los partidos son cascaras vacías, y corroborando mis dichos sobre su importancia, no dejan de adoctrinar personalmente en reuniones por fuera, en locales de La Campora, sin interferencias ni distracciones del Relato oficial. Son herméticamente instruidos para la formación robótica, volviendo a la figura del Gran Hermano.

Hemos dejado de reunirnos para conversar, y cuando nos juntamos por algún motivo social están todos con sus celulares, idiotizados enviando mensajes. No se apagan en cursos, reuniones laborales, cines, etc. siempre hay un celular sonando en el momento más inverosímil. El twitter sirve para avisarnos a todos que Juan se fue al baño, pues se está haciendo encima. Facebook permite opinar de todo aunque no se sepa ni siquiera escribir o armar una oración. Las manifestaciones son juntadas sin ton ni son, cada uno con su pancarta personal sin perseguir un motivo eficaz de cambiar algo. Puede haber millones en la calle, pero en definitiva se agota en esa amontonamiento tanta energía. Los eventos deportivos, el futbol por ejemplo, tampoco reemplazan a las manifestaciones políticas ya que solo tienen capacidad de acción la guardia pretoriana mafiosa llamada barra brava. La cosificación del individuo, la información saturante y a la vez repetitiva e insuficiente, logran que ni siguiera se reaccione ante escandalosos hechos como accidentes con responsables que deberían haberlos impedido, saqueos y asesinatos por bandoleros sin que actúe la seguridad, empresas del estado que sobrecargan sus dotaciones de ñoquis e incapaces a pesar del quebranto, corrupción y narcotráfico crecientes y desenfrenados. Y todo gracias a las horas y horas frente a nuestras pantallas en búsqueda de La Comunicación.

Dejamos de ser nosotros, para ser cada vez más lo de afuera.Cuando observamos la línea del tiempo y como van apareciendo el fuego, la rueda, la macana, la lanza… cambian los hábitos. Avanzamos en presteza, en amplitud, en eficiencia, buscando el cómo, el por qué, los cuantos y dejamos de lado los para qué.  Seguramente no para deshumanizarnos, para cosificarnos, sin embargo con el correr de los milenios un pensador se pregunta: ¿Ser o Tener?
Tam tam, correo, telégrafo, radio, teléfono, tv, cable, internet, celulares, mails, blogs, Facebook, twitter, y nos encadenamos a una pantalla.
Caminantes, piraguas, balsas, jinetes, barcos, ferrocarril, autos, aviones, y morimos por obesidad.
Mentores, libros, escuelas, bibliotecas, universidades, posgrados, especializaciones.  Los profesionales me reconocen en una charla de encuentro social que solo saben de su rubro, perdiendo perspectiva del resto.
Clanes, tribus, consejo de ancianos, moral, chamán, naciones, religiones, sacerdotes, iglesias, dogmas.  Guerreamos por nuestro Dios benefactor y obedecemos normas incompletas por su antigüedad, indescifrables en un acomodaticio lenguaje críptico y desdeñamos al sabio anciano o al abuelo. experto en la vida.
Cuevas, vivac, chozas, villas, pueblos, ciudades, comunidades panal. Perdimos el espacio vital que permite sentir la brisa, la lluvia, el calor del sol, el canto de la naturaleza. Por el contrario, los encuentros con la naturaleza son choques y se expresan negativamente en cataclismos.
Familia, familia nuclear, individuos. Egocentrismo, egoísmo y narcisismo van reemplazando a las relaciones familiares y hasta la genética tendencia a procrear. El homocentrismo como forma de vida.
Picadito, futbol, futbol por radio, comentarista. Futbol por tv, comentarista. Estamos en la tribuna y escuchamos el comentario radial en vez de reconocer lo que estamos viendo!!!
Un cambio es necesario, partiendo de el darse cuenta de cómo nos van llevando a una sociedad colonia de hormigas, sin libertades individuales, sin derechos por la tergiversación de las obligaciones básicas por otras, meras expresiones de reflejos condicionados. 

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