lunes, 2 de abril de 2012

La batalla KK

“¿Y vos que hiciste, papá?” Ante esta posible pregunta del futuro hijo adolescente, dentro de una o mas décadas, mi orgullosa respuesta será: “Hijo, yo si que la tuve brava. No estuve en Monte Longdon o en Goose Green, peleando contra los gurkas. Tampoco me toco luchar contra la dictadura que había depuesto un gobierno popular y democrático. Nada de eso, me toco la Batalla de la Embajada, que como la de River Plate descripta en El Eternauta, fue terrible. Ese 2 de abril de 2012, luego de la reunión en casa de un compañero, unos buenos ravioles con tuco preparado por su madre, regado por buena cantidad de tinto avanzamos hacia el centro. Ya el viaje fue azaroso, esquivando baches y bicisendas, juntando piedras para las gomeras. No se divisaba el enemigo aun. Cuando llegamos a la embajada nos dividimos en columnas, cada una buscando una cámara de la TV. Encapuchados comenzamos el fuego sobre formaciones enemigas. La policía argentina. Fue terrible! Llovían piedras y panfletos, incluso nos tiraban agua, como si fuera napalm. Un compañero, herido por el agua que lavaba su roña, soltó la roja bandera. La tome en su reemplazo, evitando que se destiñera el dibujo del Che y sentí el pecho inflado de pasión revolucionaria. Avance retrocediendo, como siempre y pasando frente al canal Crónica, denuncie la represión, a los gritos… y fui a buscar mi paga. Los granaderos de San Martin o los gauchos de Guemes, quedaron chiquitos ante esta gesta” EL HUARPE

No hay comentarios: