Me llenaron las paciencias. ¿Dónde abrevan los militontos? Sus comentarios
y justificaciones sobre el Tuerto Desaparecido y la reina consorte exceden al
propio Relato. Ayer mismo me pedían datos y pruebas sobre infundadas
acusaciones de chorro contra este casal. Debería entrar no tanto en lo
publicado, denunciado, expuesto, incluso a través de las DDJJ en blanco de los
mismos protagonistas (10 años de empleados públicos para acumular más de 80
palos). Están aquellos vecinos de Rio Gallegos, colegas y expropiados de la
1050, que saben de la “exitosa” modalidad de carancho a la vista del pueblo
local. Y están las declaraciones de la propia Fernández reconociendo que se
fueron al sur “para hacer platita” huyendo del fragor de La Plata en los
setentas. La diáspora guerrillera fue hacia el exterior o el interior a pueblos
ignotos, escogiendo en este caso volver al terruño de la familia Kirchner. La anécdota
del documento ejecutado a pesar de haberse pagado la deuda, relatada por el Dr.
Flores es elocuente. “Es conocida aquí la
historia de la señora Ana Victoria de Aaset, quien sufrió un proceso judicial
que si bien no llegó a dejarla en la calle tuvo que soportar que le embargaran
parte de los muebles de la familia. Con el patrocinio del abogado Rafael Flores
inició una demanda penal contra los Kirchner quienes se habrían quedado con los
pagarés de la señora de Aaset, en vez de romperlos después del cobro.
Afortunadamente para la humilde señora, el juicio prosperó y logró un fallo
favorable.
Cuando Rafael Flores se cruzó con Cristina
Fernández en la vereda de los tribunales locales, Flores la inquirió:-Decime, ¿para qué hacen esto? ¿Cuál es la necesidad?
-Queremos hacer política, y para hacer política en serio se necesita platita.”
Vendrán luego la compra de terrenos fiscales a precio vil, donde hoy se levantan hoteles de lujo de dineros lavados, hasta la conocida desaparición de los fondos provinciales por las acciones de YPF, sacadas del país a instancias del asesor Cavallo, amigo de los KK, fondos que aún son un misterio su destino y paradero. La obra pública, en una provincia desértica y necesitada de viviendas, caminos y escuelas –siguiendo el modelo sapagista en el Neuquén- fue otro curro manejado por estos bucaneros en beneficio de choferes, empleados bancarios, pequeños comerciantes y hasta un jardinero hoy dueño de empresas y helicópteros. Terrenos, campos, constructoras, casinos, medios de comunicación, transportes, servicios petroleros, nada queda fuera de holding corrupto que mejorando el sistema de los Sapag, se asocia a las empresas participando de sus ganancias en vez de pedir una coima o porcentaje puntual. Por eso necesita formar una Banda de Testaferros que define a los Kirchner. Si esto no lo ven algunos, es por una grave ceguera de autoengaño psicológico o son parte menor del negociado. Los KK usan dineros para comprar Borocotoes y Víctor Hugos, aprietan con carpetas de los servicios o echan jueces y fiscales por su posición “dominante” de la Nomenklatura. Tienen así todo un país –e incluso negocios afuera- que manejan impunemente desde el refugio presidencial con un Congreso y Corte Suprema dócil mientras dibujan El País de las Maravillas en Futbol para Bobos. No hay estudiantes avispados como en Venezuela u otro país sino un rebaño de NI Ni con netbooks bajo el sobaco. Jubilados sin merecerlo, presos con sueldo, ex montos premiados, desaparecidos que aparecen para cobrar, camporeros con sueldos de privilegio, todo bicho va a parar a la caja a cobrar, con tal que se mantengan callados. Y el argenzuelo, entre paco, birra y piquetes, se va olvidando que la vida es siempre Dignidad y Deber Cumplido, no más o menos plata. El arquitecto de esto se llama Néstor Kirchner y no es comparable a la ridícula pretensión de subirlo al monumento de San Martin. Ni siquiera como caballo, el corcel era noble y valiente.
Los Centro de Jubilados -veteranos laborales prefiero- deben ser
centros de resistencia y lucha, ya que los partidos políticos están
desmantelados y cooptados sus figurones. El jubilado es hoy una entelequia, no
existen, seguimos trabajando para poder subsistir o mantenidos por familiares
que aún conservan un trabajo. Hay que usar el conocimiento adquirido durante la
vida laboral para impulsar cambios y olvidarse del jubilado dando de comer a
las palomitas de la plaza. Tal vez así, aparezca algún líder honesto entre
tanta corrupción. EL HUARPE
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