25 de setiembre de 1973, 20 de diciembre de 2011... Dos caras del mismo aviso al poder. El 14 de julio de 1983 (fallecimiento de Miguel Ángel Roig) y la “desaparición” del pingüino carancho sin dejar rastros pueden sumarse a estas muertes en cadena a que nos vamos acostumbrando. Es que la entrada del narcotráfico nos va sumiendo en acontecimientos brutales, sorpresivos, tanto individuales como en grupo, donde muertos colgados, con la boca llena de diarios, fusilados en shoppings, en descampados, suicidios y suicidados, no dejan sector sin tocar. Banqueros, farmacéuticos, dealers, economistas, empresarios, policías y pobres jubilados, son masacrados para llenar primeras planas al mejor estilo mejicano. Y cada vez menos creíbles en su versión oficial.
EL HUARPE
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