viernes, 30 de diciembre de 2011

El aguantadero de lujo: Calafate

El peronismo es inigualable en su inventiva. Mientras la desfalleciente oposición languidece entre bonos, sueldos, premios y pasajes, además de algunos minutos de cámara en televisión – aunque cada vez menos, precisamente por esa falta de originalidad y sobreabundancia de aburrimiento- el oficialismo KK nos muestra cada día, cada hora, una fuente inagotable de sorpresas. No necesariamente legales –hasta preferentemente ilegales, antiéticas, decididamente delictivas otras- sus medidas son meros atajos administrativos para llegar antes al objetivo. Si para tomar la colina, hace falta el gas mostaza o una bomba nuclear… adelante. En todo caso, lo que queda luego del desastre tampoco les servirá a otros. ¡Que naif ha quedado la avispa de Menem! Casi una inocente broma infantil festejada por los avivados mayores, es incomparable con un botox que arregle tanto cachete caído en una cara que muestra que es de carne, aunque debería ser de cemento por tanta mentira sin culpa. El recauchutaje tiene otro beneficio: mantiene fuera del alcance de cinturones y sabanas extrañas hasta pueda parar la malaria, negociando, si le dejan como en la época del Otro Kirchtler. Esta chica esta aprendiendo que con determinados fuegos, no se juega. Dicen en La Campora que por ahora Máximo no piensa tampoco pilotear helicópteros. Dios salve a la Reina, pero arranco mejor el Diablo. EL HUARPE

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