jueves, 18 de octubre de 2012

Informarse sobre que esta pasando... primer paso.


Ahora un mensaje no para algún funcionario KK que aporte su accionar desaforado de las ultimas semanas.  Sino para vos, lector ciudadano de Argenzuela. Para recordar que durante la dictadura militar pertenecías al grueso de la población desinformada y que decías que éramos unos exagerados quienes hablábamos sobre detenciones, desapariciones, torturas y fusilamientos presentados como enfrentamientos con subversivos. Que veíamos como los grupos de tareas además de secuestrar o matar, también robaban, abusaban o ejercían violencia sicópata desde su posición impune. Ese dejar hacer, a veces consecuencia de un no te metas o de simple ignorancia para ver lo evidente, trajo la descomposición de la fuerza policial aun hasta hoy, el relajo del derecho de los individuos y hasta una resignación primero y aprovechamiento después de las normas mas elementales de la ley y la convivencia. Tal vez como colofón de esto o de la falta de premios y castigos que venimos soportando desde hace décadas por parte de quienes deberían ejercer dicha distinción, hoy vos y muchos como vos aceptan bovinamente el Relato oficial, sin sopesar ni analizar contenidos, consecuencias y causas de lo relatado.
Muchos no estamos con Clarin o con los KK, como antes no participabamos ni de la guerrilla ni de la milicada represora.  Pero hay una alineación generalizada propuesta cada vez con mayor desfachatez, con más mentiras, con  explicaciones que rayan lo inefable y que vos deberías percibir en todo su peligro. No bastara con decir “no sabia lo que pasaba” como con la represión, ya que lo que sucede en estos días torcerá el destino de propios y descendencia de manera irreversible, enfrentando a padres con hijos.  La juventud es el objetivo de los KK, saben que su falta de conocimientos puede aceptar que la historia empezó en 2003, y que la guerrilla, la subversión, el imperialismo doble y el juego bipolar mundial son trebejos que se colocan donde convenga a la banda saqueadora, para justificarse. Cualquiera de los hechos anormales o delictuales, incluso anticonstitucionales del menchevismo lysenkoista seria por su gravedad causa para juicios políticos, destituciones, juzgamiento y castigo severo, además de vergüenza nacional por sus características. 
Sin embargo, la catarata de estos hechos ha terminado por atontar al observador o victima, que se alza de hombros y se refugia detrás de las rejas de su vivienda o de la pavada televisiva. Acá sin duda, estamos ante una situación muy grave, tanto como si hubiesen desembarcado invasores ingleses o talibanes en nuestras calles, ocupando y desmadejando las instituciones nacionales. La respuesta debe ser, necesariamente, de la misma gravedad que en 1806, aceite hirviente incluido. O quedaremos en la historia como la generación pusilánime que perdió una Nación a manos de aventureros. EL HUARPE

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