domingo, 22 de junio de 2008

Empezó la TRIPLE K.

Cada vez que padecimos un golpe militar en el país, fue con aceptación de la Corte quien sumisamente tomo juramento a los golpistas. Se disolvían las cámaras, con verdaderos diputados y senadores comparados con los actuales, y se metía preso al Ejecutivo. Decretazos, impunidad para torturar, secuestrar y matar, fueron aceptados por un Poder Judicial que, asegurado su silencio con sueldazos inconcebibles para Argentina, miraban para otro lado o avalaban el avasallamiento a la vida. La degradación y decadencia argentina en todos los órdenes nos lleva hoy a tener empleados directos del poder de turno en la Justicia, con obediencia debida incluida. Si bien no nos va mejor en otros campos –político, gremial, educacional, empresario y social- donde el aprovechamiento de las circunstancias para “subir y acomodarse” a cualquier costo es aceptado ya como algo normal –ver articulo de Tomas Abraham en suplemento cultural- que esto pase en la justicia o en la iglesia nos deja desnudos ante la barbarie. Si tozudamente mantenemos una posición digna en cada familia, cargando las responsabilidades como padres, hijos y hermanos, hay salida ante la falta de solución institucional. Así como es un ejemplo para todos la dignidad de los humildes y trabajadores (Perón decía que para el Justicialismo solo existe un clase de hombres: LOS QUE TRABAJAN, excluyendo a los D’Elia y otros “caca de paloma”) debemos afirmarnos en los valores eternos para barrer la basura política, limpiando nuestra casa nacional. La triple K se inicia leguleyamente porque ven que no triunfaran en las elecciones del año próximo, mantengámonos firmes en la verdad ante tanta mentira. Ya sabemos con quien esta Dios.

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