MODELO EXTERNO

¿Que esta sucediendo con nuestra Democracia? Los argentinos estamos escaldados con la solución primera a la cual acudíamos cuando un gobierno no nos satisfacía: golpear las puertas cuarteleras, buscando el salvador que –a la manera de Perón en el 45- nos zambullera en el Wellfare state y la felicidad. Después de todo, Dios es argentino. Luego de tantos intentos militares, nos convencimos que no basta con “orden y seguridad” sino que un país se va desarrollando con otras premisas. Debemos reconocer que cada golpe militar contó con un amplio respaldo civil, tanto cultural, político como empresario, y la mirada complaciente de la Iglesia. Desechado el procedimiento desde 1983 iniciamos el camino democrático. Vemos entonces que tampoco es tan fácil: poner un voto cada x años no soluciona muchas de las dificultades que debe enfrentar una nación. Ante los desastres dejados por cada presidente se va analizando si el bipartidismo o multipartidismo es lo mejor. Si somos muy jóvenes como país. Si nuestros políticos son corruptos o probos. Si la sociedad expresa en la política lo mejor de ella o el peor promedio. Si estamos educados correctamente o dejamos los valores de lado. Si somos un país agraciado con posibilidades extraordinarias y con una sociedad corrupta y haragana. Si somos taras. Seria bueno considerar otros factores en relación a nuestro comportamiento. Por ejemplo, los modelos a imitar que se imponen en el mundo en cada época. Cuando vemos la desvergüenza con que miente Bush, referido a la guerra con Irak o el atentado a las torres, arrastrando a un conflicto por negocios petroleros, armas, logística de reconstrucción (vicepresidente Cheney y su conexión con Halliburton). O el intento de encaramar a esposas, hijos, parientes en situación de poder (Hillary Clinton, el ejemplo más obvio) sin que los acusen de nepotismo como antaño. Negocios y negociados llevados adelante por clanes en el primer mundo, conducen a comparar con lo soportado por estos lares. No debe extrañar pues que huela a Dinamarca un gobierno de pareja, que se esfuerza por parecerse a su modelito norteño, quedándose con todo lo que puede, mintiendo sin vergüenza alguna, utilizando la amenaza y la fuerza represora de grupos de choque, firmando decretos dentro de su burbuja –antes micro clima chavelista- y reescribiendo la historia. ARGENTINA RESISTE