viernes, 20 de junio de 2008

NOS ARREAN

¿HACIA DONDE PRETENDEN LLEVARNOS?
Otro gobierno argentino manipulador, mentiroso y cargado de irregularidades y delitos es soportado por un pueblo sumido en la resignación, la abulia, la ignorancia y el desinterés.
Pareciera que estamos condenados a repetir indefinidamente la historia, sin capacidad de producir las correcciones necesarias para evolucionar, superando errores y aprendiendo de ellos.
¿De que nos sirve estar informados si no hacemos algo distinto al resto?
“la mayoría de los argentinos preferimos seguir engañados después de haber sufrido tanto. ¿Es ésta nuestra enfermedad?” se pregunta Mariano Grondona en La Nación del 11.02.07.
A Alfonsín se le perdonaban muchas cosas, por temor a la vuelta de los militares. Ahora no queremos volver al “incendio”-que estos mismos personajes encendieron- y nos hacemos los distraídos.
La filosofía del autoengaño, calma nuestras ansiedades pero no evita los resultados.
La inmadurez histórica de una nación que no termina de consolidarse como tal es fruto de la irresponsable actitud de sus ciudadanos de mirar hacia otro lado, hasta que nos estalla en la cara, la realidad, única verdad insoslayable.
Entonces sí, simulamos sorpresa y nos declaramos engañados en nuestra fe, sorprendidos por quienes eran hasta hace minutos nuestros lideres indiscutibles y probos.
Algunas pocas muestras:
En lo político, estamos siendo gobernados por “peronistas” echados del movimiento por el mismo General Perón, por infiltrados y traidores.
En lo social, nos llevan a reverdecer años de terrorismo en la Argentina, con una visión maniquea y totalmente parcial de lo sucedido, ignorando que había básicamente dos bandos enfrentados en las calles, en nuestros trabajos, carneándose diariamente sin importar los “daños colaterales”.
En lo económico, se aumenta la deuda externa, se paga como nunca, no se industrializa ni producen servicios para este milenio, se oculta la desocupación y la inflación, suplantando el endeudamiento de los 90 por la emisión rediviva.
En lo social, bajamos la calidad y cantidad de la educación, suplantando al maestro y la escuela, por los medios electrónicos y los “comunicadores” -seudo periodistas alquilados- que implantan modelos decadentes en la mente de los argentinos.
En el campo internacional, se acepta y consolida la estructura propuesta por la Comisión Trilateral décadas atrás –Argentina, alimentos primarios-, imitando las formas chavistas de denunciar a los gritos y acordar en silencio con los mismos que se dice confrontar.

No hay proyecto argentino y consensuado de país, flotamos como un corcho en un mar geopolítico histórico, sin rumbo cierto y dependiendo de la suerte o de la certeza de un Dios argentino.

En cuanto a la metodología utilizada, el metalenguaje del Gran Hermano de Orwell, esta a la orden del día:

Se anuncia la repatriación de los dineros santacruceños y no se cumple a pesar del tiempo transcurrido.

Se defienden los Derechos Humanos y se protege a la delincuencia solamente, ya que hasta los testigos de la represión de la dictadura militar, se los expone a su desaparición sin tomar mínimas precauciones.

Se condena la reelección por tiempo indefinido, y se elige a dedo, sin elecciones internas, a otra portadora de apellido sin pergaminos para ser presidenta. A menos que consideremos antecedente valido que vivir en Santa Cruz da derecho a ser senadora por Buenos Aires.

Se llama secuestro político a un caso evidente de maniobra electoral y manipulación de los hechos. Si no fuera así, ¡que nivel de chapucería en la información que busca el presidente!

Se habla de “comunicación directa con el pueblo” y se manejan fondos públicos, reemplazos o menciones desde “el atril” para premiar o castigar tanto a los profesionales periodistas como a las empresas de la actividad.

Los métodos de gestión se pretenden de "manos limpias” y se utilizan sospechosas herramientas sin control alguno, que favorecen la corrupción, el robo y la impunidad.

Se pregona “no tener miedo” a supuestas amenazas fantasmales, pero el vuelco de un lelo reconocido es un intento de magnicidio; los viajes presidenciales son calcos de la seguridad de los miembros del Politburó y se huye de las responsabilidades de hoy, mirando y hablando del pasado.

¿Deberemos esperar que se caiga este gobierno para sorprendernos otra vez?

BASTA, YA ES SUFICIENTE. CAMBIEMOS Y VOTEMOS CON RESPONSABILIDAD.

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